Ya sabes todo eso de que los problemas son oportunidades para sacar lo mejor de cada uno de nosotros, que si Dios pone a prueba solo a los valientes y bla bla bla.
De los problemas se dice tantas cosas. Y no quiero motivarte con mucha teoría sólo quiero decirte una cosa, si estas atravesando por algún problema que crees que no tiene solución y que no entiendes por qué razón está sucediéndote a ti, sólo piensa en que ésta es una oportunidad para aprender algo.
No te enfrasques en preguntas que nadie puede responderte, no ahondes más la situación contándole a todo el mundo lo que pasa, no te enfoques en lo negativo.
Por favor, ten calma. Respira. Sal a caminar. Siéntate en el parque y mira pasar a la gente. Saluda con tus amigos. Sonríe. No hables de lo que está sucediendo.
Sólo ten calma, confía y espera. Esto que te está sucediendo ahora es una oportunidad. Mira, Dios quiere enseñarte algo y está utilizando este problema como una forma de decírtelo. Confía y espera. No hagas nada que empeore la situación. Piensa en que Dios tiene claramente identificado todo lo que debe suceder y si tú haces algo podrías entorpecer ese plan.
No te niegues la oportunidad de aprender de los problemas. Es la única manera en que evitarás que te vuelva a suceder lo mismo.
Cálmate y mantente alerta, va a llegar el momento en que la lección esté a la vista y entonces te sorprenderás porque podrás entender el por qué todo lo sucedido.
Ten por seguro que el resultado siempre será favorable para ti.